"La muerte es fría y caliente al mismo tiempo. La muerte es dudor y sangre. La muerte es, por desgracia, el único modo verdadero que ha elegido el destino para recordarnos contínuamente que existe la vida".
"En el centro, a contraluz, la silueta de un hombre tocando la trompeta, doblado hacia atrás con la tensión del músico que busca una nota imposible. El instante supremo en que el artista olvida el lugar y el tiempo y va sólo en pos de la música, de la que es víctima y verdugo al mismo tiempo".
"F. evitó mirarlo, para no ver en los ojos de N. el brillo de las lágrimas que notaba en su voz".
"Bajo un árbol, dos gatos callejeros se estudiaban con el rabo erguido, sin decidirse a pelear o a retirarse; ambos buscaban salvar su dignidad".
"F. sintió como sus ojos se humedecían de emoción. En vano buscó ayuda en sus palabras. H. había pedido la misma ayuda y tampoco la había encontrado. El único idioma que hablaron fue el juego y la dulzura con que se buscaron, con que se reconocieron, necesitados el uno del otro. La poseyó con toda la delicadeza de que era capaz; deseó ser un dios capaz de volver el tiempo atrás y cambiar el curso de las cosas. Y descubrió, mientras se perdía en ella, que podía hacerlo, que ella podía darle la fuerza para convertirse en ese dios, para ella y para sí mismo".
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