Como mucho, la mitad
Odio hacer esto. Pensé que no llegaría a hacerlo nunca. Ya quise hacerlo una vez, hace 20 años, pero no pude. Éstas son las últimas palabras, el último pensamiento que voy a dedicarte. Palabras y sentimientos rebosantes de cariño pero marcados por el dolor.
Quizás, como mucho, llegarás a encontrar una persona que te quiera la mitad de lo que yo llegué a amarte. Con suerte tendrás junto a ti un hombre que se emocionará la mitad de las veces que yo lo he hecho sólo con verte. Uno que actúe con tus hijos con la mitad del cariño y el respeto que yo puse en atenderles.
Es posible que ahora –quién sabe- o con el tiempo conozcas a alguien para quien seáis la mitad de importantes que fuisteis para mí.
Con la mitad bastaría para que te sintieras colmada de felicidad.
Pero como yo, nadie. Nunca.
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